lunes, 27 de agosto de 2012

Nietzsche – Así habló Zaratustra


"Se paga caro el ser inmortal".

- Las enseñanzas de la virtud
* En verdad, si la vida careciera de sentido y yo tuviese que elegir un sinsentido, éste sería un magnífico sinsentido para mí.
* Bienaventurados sean pues los somnolientos, pues no tardarán en dormirse.

- Los que desprecian el cuerpo
* ¡Cuánto énfasis pones en la voz cuando pronuncias el “yo”!
* En tu cuerpo hay más razón que en tu más profunda sabiduría. ¿Serías capaz de decir para qué necesita tu cuerpo tu más profunda sabiduría? Tu sí mismo se burla del yo y de la manera como salta de un lado a otro lleno de soberbia. Se dice: “¿De qué sirven esos saltos y esos vuelos del pensamiento? No son más que caminos accesorios que conducen a mi meta. Yo soy el bastón del yo y quien le susurra sus conceptos.”

- Las alegrías y las pasiones
* Entonces debes decir: “Lo que tortura y llena mi alma de dulzura, aquello que es como el hambre en mis entrañas, no tiene nombre ni se puede expresar con palabras”. Tu virtud debe estar por encima de los nombres, y cuando tengas que hablar de tu virtud, no te dé vergüenza; bien puedes decir, balbuceando: “Éste es mi bien, esto es lo que amo; sólo así me gusta y es así como quiero el bien. Pero no lo quiero como mandato de un dios, ni como una norma de los hombres; no quiero que mi virtud sea una guía hacia mundos ultraterrenos o paraísos. La que yo amo es una virtud terrena, y ésta tiene muy poco de razonable en sí misma y no participa de la razón colectiva. Este pájaro ha construido su nido en mí y es por eso que lo amo y lo estrecho en mi regazo; ahora está incubando en mí sus huevos de oro”. Aunque sea balbuceando, es así como debes hablar cuando alabes a tu virtud.
* Y tú, juez manchado de sangre, si confesares todo lo que has tramado en tu propio pensamiento, verías como todo el mundo te abucheaba gritando: “¡Largo de aquí, ser inmundo, gusano venenoso!”
* Mucho de lo que procede de esas buenas personas me produce náuseas, y por supuesto no me refiero a lo que tienen de malas esas buenas personas. ¡Qué más quisiera yo sino que esas buenas personas fueran asaltadas por una forma de locura que las llevara a la perdición, como le ha pasado a ese pálido criminal! ¡Qué más quisiera yo sino que esa locura se llamase verdad, fidelidad, o justicia! Pero esas buenas personas alimentad su virtud para vivir con ella muchos años y para sumirse en un lamentable bienestar.

- Del leer y escribir
* En el amor hay siempre un poco de locura, pero también en la locura hay un poco de razón.

- El árbol al pie de la montaña
* Por mucho que me esfuerce, nunca podré sacudir este árbol. En cambio el viento, que ni siquiera podemos ver, lo sacude y lo inclina hasta donde quiere. Así también existen unas manos invisible que nos sacuden y nos inclinan según su voluntad.
* ¿Y esto te ha sobresaltado? –dijo Zaratustra-. Al hombre le sucede lo mismo que al árbol; cuanto más aspira a las alturas y a la luz, sus propias raíces se empecinan en sujetarlo a la tierra, hundiéndose más y más hacia abajo, hacia lo oscuro, hacia lo profundo, hacia el mal.
* Por mi amor y por mi esperanza te lo puedo, ¡No eches de tu alama al héroe que la anima! ¡Sé fiel a tu más elevada esperanza!

- El nuevo ídolo
* La Tierra sigue estando virgen y a disposición de las almas grandes.

- Las moscas de la plaza pública
* Amigo mío, refúgiate en tu soledad. Te noto aturdido por la gritería de los grandes hombres y acribillado por los aguijones de los mediocres.

- De la castidad
* ¡Si fueran perfectos al menos como animales! Pero eso no es posible, porque el animal es todo inocencia.
* Yo les propongo una parábola; no pocos de los que quisieron expulsar a su demonio terminaron placenteramente instalados en el cuerpo de los cerdos.

- Quien tiene un por qué para vivir, es capaz de soportar cualquier cómo. Muy cierto.
- Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos. ¡Qué chistoso!

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