Debemos de dejar de orar de esta manera:
- Dios por favor haz... - Dios por favor restaura... - Dios cambia... - Dios provee...
Y empezar a orar así:
- Dios por favor hagamos... - Dios por favor restauremos... - Dios cambiemos... - Dios proveamos...
¿Por qué no? no digo que nosotros seamos la fuente del hacer, de la restauración, del cambio, de la provisión; claro que reconozco que es Dios y sólo Él. Si no por que Él nos ha dado TODO para que como equipo, Él y nosotros, podamos HACER con fe y obras; podamos RESTAURAR con amor; CAMBIAR con paciencia, buenas dádivas; y PROVEER con nuestros recursos (económicos, tiempo, relaciones, etc.).
Claro... un equipo. No sólo Dios, no sólo nosotros.
La fe sin obras es muerta.
¿Por qué no?
domingo, 6 de septiembre de 2009
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