domingo, 6 de septiembre de 2009

Día 242

A todo ser humano la comida, la bebida y el descanso lo restaura de nuevas fuerzas. A un hijo de Dios la comida, el fruto del espíritu, el cuerpo de Cristo; la bebida, la palabra de Dios, la sangre de Cristo; y el descanso, la confianza y esperanza en Dios.

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