domingo, 9 de agosto de 2009

Día 217

Cuando nos vamos desviando, Dios cierra esas puertas que nos apartarían más de sus objetivos y de lo mejor para nuestras vida. Algunas veces cierra oportunidades, amores, personas, ocasiones; dejando abierta una puerta que puede parecer más lenta, difícil inesperada, insegura o inoportuna. Pero al final esa puerta, seguramente será la mejor opción, simplemente en sus planes.

No hay comentarios: