lunes, 19 de enero de 2009

Día 9

Cuando hacemos "todo bien" y Dios pareciera no importarle, Él está guardando la recompensa seguramente para el tiempo exacto.

Cuando se siembra, exactamente al terminar de hacerlo no se cosecha, hay que esperar a que el fruto madure bien si se quiere una cosecha buena, agradable y perfecta. No queda más que esperar, Dios no pasa desapercibidas nuestras obras. "Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre siembre, eso seguramente cosechará", más probablemente, pero ¿¿MENOS?? IMPOSIBLE.

Claro que encima de todo lo que realizamos esté bueno o malo, está la misericordia de Dios, la cual no se basa en las "buenas acciones", se basa en su amor y gracia sobre nosotros.

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