martes, 9 de junio de 2009

Día 157

Él es realmente paciente. Tan paciente que para nuestra impaciencia ya pasaron 1,000 años en lo que Él aún ha esperado solamente uno. ¡Qué paciencia la tuya mi Dios!

Yo que no puedo esperar admiro cómo me esperas todos los días por saber de mí y para que yo aprenda, crezca y me acerque más a ti. Gracias Dios.

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